¡Que nos cierran Ventas!

Pues sí, amiguitos; el gobierno de Esperanza Aguirre ha decidido que para mejorar el servicio que se les da a los ciudadanos del distrito de Salamanca lo mejor es cerrar dos bibliotecas, la de Menéndez Pelayo y la de Concha Espina.

Desde 1926, estas bibliotecas han sufrido dos dictaduras, una república, una Guerra civil y una transición. Con todo han podido, con todo menos con doña Esperanza. En la web de la biblioteca reza el siguiente escueto y cínico aviso:

"A partir del 17 de agosto, la Comunidad de Madrid traslada los servicios de lectura pública de las Bibliotecas Públicas Menéndez Pelayo y Concha Espina a la Biblioteca Pública Manuel Alvar, la biblioteca de referencia del distrito de Salamanca.Este cambio se enmarca en la política de la Comunidad de Madrid de potenciar las bibliotecas de distrito que puedan dar más y mejores servicios a los vecinos."

Personalmente, cuando me he enterado esta mañana al ir a devolver un libro se me ha quedado cara de tonto. En esta biblioteca estudié la selectividad (en el puesto 90, el mejor de la biblio), he estudiado todos estos años de carrera y además le tengo un cariño especial. Me parece igual de vil el cierre de una como de la otra, pero "Ventas", como nosotros la llamamos, me toca más en el corazón.

Con este cierre, palabra que en ningún medio oficial de la Comunidad aparece, no sólo constatamos la política cultural que nos ofrece la Presidenta, sino que también observamos lo alevoso del acto que, para variar, se comete sin previo aviso en el mes de agosto, 'pa'que' no dé tiempo a protestar. Resulta curiosa la sutil coincidencia en la que incurren los políticos a la hora de tomar medidas poco populares, los meses de verano siempre son los más idóneos para estas prácticas.

Así que esa es la cosa. A partir de septiembre, con la cabeza gacha, avergonzado y estafado, pero siempre agradecido a la Comunidad de Madrid y al mejor servicio que me quiere dar, me tocará cogerme el metro o el autobús para ir a Buenavista o, mejor aún, a Manuel Alvar (Azcona), biblioteca siempre concurrida que ahora, con 188 puestos de lectura menos en el barrio, hasta en las escaleras tendrá atascos.